Ley, libertad y prosperidad

La idea de las Ciudades Libres se basa en que la seguridad jurídica es uno de los elementos más importantes para la generación de riqueza. Si la ley es universal y se cumple, el resultado de las acciones es predecible y se facilita el cálculo económico.


En los países desarrollados el problema es que las leyes se han expandido tanto, intentando cubrir cada detalle de nuestras vidas, que unas contradicen a otras, son imcompatibles entre ellas o directamente absurdas, perdiendo a la gente en el maremagnum legal. Todo este embrollo es por culpa de la metaley que regula la creación y disposición de las demás leyes, que en occidente es lo que llamamos constitución: está mal hecha.

Estas leyes matriz están plagadas de ambigüedades e indefiniciones. En el art.33.1 de la constitución española:

Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia

Dos párrafos después, el 33.2 dice:

Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.

Nos quedamos pues sin saber qué significará exactamente "utilidad pública o interés social". Es decir, se declara un derecho fundamental básico y con claridad, se añade una excepción y se deja sin definir, en plan ya decidirán los políticos cuando se aplica la excepción, y si se convierte en norma. Según nuestra constitución podríamos ser un estado socialista, aunque democrático y monárquico, eso sí.

La indefinición y la ambigüedad es lo que se debe evitar al redactar una "carta" de leyes, la metaley que regule la actividad de los legisladores. Las Ciudades Libres son necesarias por culpa de la arbitrariedad jurídica. Estamos menos inseguros de lo que parece. Por eso ni Dios monta empresas en España ahora.

La prosperidad va ligada a la libertad y la libertad viene definida por las leyes, que han de ser claras, concisas e inmanipulables. Es más importante esto que unos impuestos bajos.

Dentro foto:

Edito: Para ilustrar la entrada, una viñeta de El Roto de hoy: